Hace 2 días que estoy en Sevilla de vuelta y, ahora que lo tengo fresquito el tema, creo que es el momento de reflexionar sobre estos 4 meses. Como siempre, soy de hablar de lo bueno y lo malo, porque lo bueno es muy fácil verlo; pero creo que es lo malo lo que más claridad da en la vida.
Por hacerte un breve resumen y darte algo de contexto, el 10 de marzo marché dirección al sudeste asiático para vivir allí unos meses. Estuve viviendo 3 meses en Bali y, tras esto, me fui a recorrer solo Vietnam y algo de Hong Kong y Bangkok.
La verdad que la vida en Bali ha sido bastante sencilla, gracias a entrar en la comunidad de nómadas digitales de Alotuyo fue llegar y tener un grupo de gente brutal con la que convivir. Entre eso y que Bali te lo pone muy sencillo por el sitio, el nivel de vida y el cambio horario; la experiencia ha sido muuuuy buena. Tanto que repetiré el año que viene sin duda.
Tras eso, vino la última parte del viaje, donde me fui en un viaje solo a recorrerme diferentes países del sudeste asiático. Esta fue una experiencia muy chula que me sirvió para conocer más culturas y lugares increíbles, y para conocerme mejor a mí mismo (aunque esta parte de hierbas la voy a dejar a un lado por hoy jeje).
Con este breve recap, te voy a contar mis aprendizajes:
Llevas más ropa de la cuenta
Sí, aunque pienses que llevas poco, en verdad llevas más de lo que necesitas. Te lo dice una persona que se fue únicamente con una mochila de 40 litros y, al final fui cargando con cosas que no necesitaba. No solo eso, sino que todo lo que necesites realmente lo puedes comprar allá donde vayas, así que ir cargando es tontería.
Esto tiene otra vertiente, y es que tras estos 4 meses llevando las mismas 6 prendas cada semana, me he dado cuenta de que tengo más de lo que necesito y de que nadie se da cuenta de si repites o no ropa. Lo primero que he hecho al llegar ha sido hacer limpieza de todo lo que no quiero para quedarme con lo que uso y fin.
Siempre hay una solución
En todo este tiempo que he estado, si la vida intentaba ponérmelo complicado, siempre encontraba una manera de resolver el problema. Tanto alojamiento (que siempre lo pillaba el mismo día y sin problema), como quedarte sin gasolina o sin cobertura en un lugar sin nadie; hasta que el cajero se trague tu tarjeta en Bangkok. Todo tiene solución excepto la muerte; y malgastar tu energía en preocuparse por esas cosas es una tontería y una pérdida de tiempo. Como decía un filósofo del que no me acuerdo de su nombre: “Si tiene solución, para que te preocupas? Y si no tiene solución… para que te preocupas?”
Viajar está bien peeeero
La experiencia esta guay, y seguramente lo repita más a menudo porque me ha molado bastante, pero si que es verdad que tiene sus matices. En Bali estuve genial porque tenía mi casa, mi rutina y una comunidad con la que conectar. Cuando marche a viajar de mochilero todo cambió y me di cuenta de que no sirvo para estar cambiando de lado cada 3 dias, que necesito estabilidad y vivir en cada sitio mínimo 1 mes o mes y medio. Seguramente la próxima vez que me vaya, lo haga con la intención de hacer base y si acaso moverme varios días y volver a esa base. Sobre todo lo que he notado ha sido la rutina y la comunidad.
Y si pasa… que pasa?
El ser humano por naturaleza tiene como objetivo sobrevivir; y es por eso que los pensamientos que tiene es: y si me pasa esto… y si me pasa lo otro? La realidad es que es una tontería pensar en ello, porque si pasa pasa, y sino has malgastado tu tiempo. Antes de irme iba con el miedo de: Y si me pasa algo de salud allí? Y si me caigo de la moto? Y si me quedo solo en cualquier lado? Y si no encuentro gente con la que hablar? Y sí y si…?
Al final, la mayoría de estas cosas no han pasado y he estado dedicandole tiempo a pensar en ello cuando podría pensar en otra cosa. Y si hubiese pasado (como lo de la tarjeta, o quedarme sin cobertura en algún sitio remoto), se busca la manera de solucionarlo y listo. Porque esto último hila con otro aprendizaje que es que el viajar solo agudiza tu ingenio y te hace salir de la zona de confort; yo ya me he quitado todas las verguenzas que tenía y me da todo igual (bueno, casi todo). Y joder, se vive mucho mejor :)
Estos son algunos de los aprendizajes que se me vienen a la cabeza ahora y quiero contarte, aunque podría seguir con muchos más y todo esto sin entrar en lo que aprendes de lo diferentes y a la vez iguales que somos, o que estamos a años vista de otros países, o que aprendes a apreciar mucho más lo que tienes. Todo eso se da por hecho que lo aprendes jeje.
Tenía ganas de volver y de abrazar la rutina, de levantarme temprano a trabajar, volver a hacer deporte, hacerme de comer… y lógicamente de ver a todos mis seres queridos. Así que me despido de esta newsletter hoy diciéndote que, si estás dudando de si probar una experiencia así o no, hazlo porque lo vas a recordar toda tu vida
Un abrazo grande!
Rafa
PD: Es posible que este post tenga muchas faltas de ortografía, lo siento pero no me da tiempo a revisarlo, me estoy poniendo al día de muuuuchas cosas como el podcast que me falta un episodio aun por sacar :)
Yo estoy contigo, creo que a partir de ahora prefiero establecer base en los países que visito y hacer mi rutina, que ir como loco visitando muchos sitios a la vez en pocos días. Creo que los nómadas digitales tenemos la ventaja de poder vivir los sitios que visitamos, en lugar de pasar por ellos como turistas.
anda! pero qué rápido ha pasado el tiempo!! la verdad que esa sensación de volver a casa, tu cama, tus sábanas, tu rutinita.... no tiene precio!! yo después de dar bastantes vueltas cada vez llevo peor el tema alojamiento. eso o que cada vez soy mas señora.. aka más vieja jejej y mi body ya no aguanta cualquier cuartucho (me entenderás a lo que me refiero visto lo visto por el sudeste asiático)